Laini Taylor
Un texto que me recordo la historia que Hayao Miyazaki proyecta en el Viaje de Chihiro, con personajes que no parecen ser del todo humanos.
Por otra parte Karou se enfrenta a dos realidades, a través de un portal. Portal que nuevamente trae a mi mente a Hayao Miyazaki, pero en esta ocasión como director de El increible castillo vagabundo (original de Diana Wynne Jones). Y, ¿esto a que va?, retomando el punto que mencione en el comentario de Dibujos de Ciego, trasladamos nuestra vida a imagenes, tomamos prestadas escenas, lugares y personas para interpretar nuevas historias.
En esta entrada quisiera añadir a esta parte de imágenes e ideas la parte del pensamiento y emoción, esto debido a que son los quien tiñe de contexto a las ideas. Podemos encontrar muy solemne el ambiente de subasta al que Karou acude porque el texto así lo transmite y nosotros así le sentimos, en cambio esta parte misteriosa donde las huellas comienzan a aparecer por todas partes nos emociona y aterroriza, puede ser que la emoción tiña lugubremente estas imágenes, pero seguimos viendo...
Finalmente debo agregar que el pensamiento es el que rescata de luz y de oscuridad a estas imágenes, recordemos a Goethe en su faceta como investigador -no como escritor- las imágenes son mitad luz y mitad oscuridad, y si citar a Goethe no es suficiente, amigos diseñadores y aficionados al Photoshop acudamos a la sección de Brillo y contraste y alteremos sus parametros, ¿Qué encontraremos? la oscuridad nos lleva al negro, en la misma medida que la luz al blanco total y en los extremos perdemos el concepto. Lo mismo sucede con el pensamiento evita que la emoción sature de colores nuestras imágenes, las equilibra evitando que nos gane la luz o la oscuridad y perdamos de vista el siguiente capitulo.
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